El síndrome del cuidador quemado, conocido también como síndrome del cuidador agotado, es un estado de cansancio físico, emocional y mental, que ocurre en personas que asumen el rol de cuidadores en periodos extensos de tiempo y de alta implicación, especialmente con personas dependientes.

Compartimos algunas recomendaciones para prevenir o aliviar el síndrome de sobrecarga del cuidador:

1. Conocer la enfermedad ayuda a controlar mejor la situación: comprender las reacciones o actitudes que tiene el paciente, y que son generadas por su condición de salud. Entender la evolución de la enfermedad permitirá que el cuidador pueda prepararse mejor.

2. Aprender a pedir ayuda: es importante que el cuidador cuente con apoyo suficiente para evitar la sensación de sobrecarga, pedir ayuda no es sinónimo de evadir responsabilidad o de dejar en abandono al paciente o familiar. Brindar información específica sobre los cuidados necesarios y generar instrucciones concretas, puede facilitar la labor de quienes van a prestar esa ayuda.

3. Reconocer y expresar los sentimientos: manifestar lo que se siente, incluyendo emociones negativas como frustración o ansiedad, puede ayudar a disminuir la sensación de agotamiento del cuidador.

Reconocer e identificar los sentimientos es un primer paso para aprender a gestionarlos adecuadamente. Adquirir habilidades o estrategias para manejar las propias emociones participando, por ejemplo, en terapias o grupos de apoyo con otros cuidadores, puede resultar de mucha utilidad. 

4. Aprender estrategias para manejar los síntomas de cada enfermedad: uno de los factores que más contribuye a la sensación de sobrecarga del cuidador, son los cambios de conducta en la persona afectada. Hay que estar atento a ellos, ya que a menudo pueden manejarse realizando algunas modificaciones en el entorno físico y humano de la persona afectada, todo esto debe realizarse con apoyo del médico tratante. Existen también recursos, como terapias o formaciones específicas, que ofrecen a los cuidadores apoyo y herramientas para gestionar la enfermedad.

5. Dedicar tiempo al autocuidado: el cuidador corre el riesgo de ignorar sus propias necesidades a nivel físico, psicológico y social, lo que acaba agravando la sensación de sentirse sobrecargado o “quemado”.

Cuidarse a sí mismo, es un aspecto importante del cuidador y para ello, es necesario disponer tiempo de calidad. Se recomienda que el cuidador:

  • Procure dedicar tiempo a conversar con amigos y familiares.
  • Mantenga una alimentación saludable.
  • Duerma las horas necesarias.
  • Realice actividad física de forma regular.
  • Practique técnicas de relajación.
  • Visite al médico oportunamente.

El síndrome del cuidador quemado es un riesgo potencial para la salud de las personas dedicadas a cuidar a un ser querido o paciente. Conocer la enfermedad, contar con ayuda, romper el aislamiento y mantener el autocuidado, favorecerá el bienestar y la calidad de vida del cuidador, y facilitará que pueda seguir respondiendo a las grandes demandas que conlleva su rol.

Fuente: https://blog.fpmaragall.org/sindrome-del-cuidador-quemado#:~:text=El%20s%C3%ADndrome%20del%20cuidador%20quemado,cuidadores%20de%20personas%20con%20Alzheimer.

https://cuidadores.unir.net/informacion/cuidador/cuida-tu-mente/123-el-sindrome-del-cuidador-sintomas-psicologicos
https://www.cuidum.com/blog/el-sindrome-del-cuidador-quemado/

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